Injertos: sumar para triunfar

Los injertos son un sistema de producción vegetal en el que unimos material vivo de dos ejemplares vegetales distintos. No hay intercambio de información genética, simplemente vamos a aprovechar las ventajas de cada uno de los ejemplares que unimos. Si hubiera intercambio de información genética, el azar tendría cierto protagonismo, pero cuando injertamos no existe esa incertidumbre.

 

Por ejemplo observamos que el membrillo es un árbol rústico,que se da bien en nuestra zona, con sistema radicular potente, poco exigente en cuanto a suelo y de crecimiento vigoroso, y deseamos producir manzanas "Verde Doncella" porque es una variedad muy apreciada por las carácterísticas organolépticas del fruto, pero, de manera espontánea, no es una especie que se dé en nuestra zona.

 

Teniendo en cuenta la afinidad  entre un membrillero y un manzano (ambas especies de pepita), podemos plantearnos unir la parte radicular del mebrillo, convirtiéndole en portainjertos y la parte productiva del manzano "Verde Doncella", que será la pua o injerto.

 

Para conseguir el éxito de esta unión, tendremos que trabajar sobre la madera de ambos ejemplares, poniendo los medios para que sus tejidos conductores se suelden lo más efectivamente posible. Si lo conseguimos, habremos sumado las carácterísticas más apreciadas de ambos en un solo ejemplar.

 

Los injertos podermos llevarlos a cabo en la base del tronco del portainjertos, o sólo en la copa. Podremos trabajar sobre una rama, o sobre una yema del tronco. Podremos conseguir un "Manzano Verde Doncella", en el que nadie se acordará de que sus raices pertenecieron a un mebrillo, o, si lo deseamos, podremos conservar la mayor parte del porta injertos y sacrificar, a favor del injerto, sólo una de sus ramas. Podremos injertar, sobre el mismo portainjertos, varias especies diferentes, o, sencillamente, utilizar esta técnica para restaurar una copa dañada o desequilibrada, utilizando como injerto la misma especie, incluso parte del mismo ejemplar del porta injertos en cuestión.

 

Podríamos establecer cierta similitud entre los injertos vegetales y los que se llevan a cabo en cirujía humana para restaurar zonas dañadas del cuerpo: lo que mejor funciona en estos casos es utilizar tejidos del propio paciente, aunque extraídos de zonas diferentes a la dañada. Lo siguiente que mejor funciona es utilizar tejidos  de personas muy afines al paciente, y, por último, puede llegar a funcionar un injerto de otro ser vivo que ni siquiera sea humano.

 

En el caso de los vegetales la probabilidad de éxito aumenta cuanto mayor sea la afinidad entre las especies que estamos uniendo. Como norma general en frutales funciona la regla de "pepita con pepita y hueso con hueso", refiriéndose a especies de pepita (Manzano, peral, membrillo...) y especies de hueso (ciruelo, melocotón, cerezo, albaricoque...) En especies donde buscamos conseguir mayor floración, un color concreto, etc, se suelen unir variedades diferentes de la misma especie: rosal con rosal, lilo con lilo...

 

Al final estamos consiguiendo sumar las características mas apreciadas de dos vegetales diferentes, mediante prácticas bastante sencillas, en las que lo más importante es el manejo de los instrumentos y las técnicas de corte de los tejidos para conseguir la mejor unión posible (como en cualquier cirugía),

 

Evidentemente  un buen cirujano no lo es hasta que ha practicado mucha cirujía y un buen injertador basa su éxito en la práctica, no en la teoría (aunque ésta sea importante). El taller de injertos de FORJAR es una actividad que tradicionalmente llevamos a cabo después del módulo de poda, cuando disponemos de mucho material, procedente de dichas podas, para hacer puas  e injertos. Practicamos y practicamos las diferentes técnicas de corte sobre las puas hasta que nos sentimos seguros para injertar alguna de dichas puas sobre un portainjertos vivo. Este año llevaremos a cabo dichos injertos sobre ejemplares de frutales bastante viejos, que por su situación geográfica y urbanística  tienen un futuro bastante incierto. Eso nos permitirá practicar sin miedo y ver los resultados en la próxima temporada (no mucho más a largo plazo, por desgracia).

 

Si conseguimos que nuestro injerto "prenda", "agarre", en definitiva, que tenga éxito, habremos conseguido sumar las ventajas de dos ejemplares diferentes en uno solo. Habremos triunfado.

 

Yolanda San Román Ibáñez.  Jardinera y profesora de jardinería.

Escribir comentario

Comentarios: 0

Estamos en:

C/ José Rivera 56, Chalet 1

Carbajosa de la Sagrada,
37188, Salamanca
Telefono 923 197822
Móvil 669 142507
forjarcarbajosa@gmail.com